México No Tenía Fuerza Aérea en 1912 — Los Aldasoro Construyeron el Primer Motor de Avión Nacional…

Aldasoro no solo construyeron el primer motor aeronáutico de América Latina, sino que fundaron la Fuerza Aérea Mexicana en el proceso y por qué casi nadie fuera de México conoce sus nombres. Para entender la magnitud de lo que hicieron los hermanos Aldasoro, necesitas entender el México de 1910. El 20 de noviembre de 1910, Francisco Io Madero proclamó el plan de San Luis, iniciando la revolución mexicana contra la dictadura de Porfirio Díaz, quien había gobernado México durante 31 años consecutivos.

Lo que comenzó como una rebelión política se convirtió en una guerra civil devastadora que duraría una década completa. Los números son brutales. Más de un millón de mexicanos murieron durante la revolución, aproximadamente el 8% de la población total. Para contexto, eso sería equivalente a que Estados Unidos perdiera 27 millones de personas hoy. Pero mientras México sangraba en guerra civil, algo revolucionario estaba sucediendo en el resto del mundo, el nacimiento de la aviación. 17 de diciembre de 1903.

Orb Wright volaron durante 12 segundos en Kitty Hawk, Carolina del Norte. El 25 de julio de 1909, el francés Luis Bot cruzó el canal de la Mancha en 37 minutos. Octubre de 1911, Italia se convirtió en la primera nación en usar aviación militar en combate durante la guerra italoturca en Libia. 1912, las potencias europeas ya tenían programas aeronáuticos militares establecidos. Francia operaba más de 200 aviones militares. Alemania tenía 180. Gran Bretaña mantenía 113. Los estrategas militares de todo el mundo llegaron a la misma conclusión.

Quien controlara los cielos controlaría los campos de batalla del futuro. Pero México no tenía nada de esto. Cero aviones militares, cero pilotos entrenados, cero motores aeronáuticos, cero infraestructura industrial capaz de fabricarlos, excepto dos hermanos de Real del Monte, Hidalgo, que estaban a punto de cambiar todo eso. Juan Pablo Aldazoro Suárez nació el 14 de septiembre de 1893 en la Casa Grande de Real del Monte, estado de Hidalgo. Eduardo Aldasoro Suárez nació el 27 de octubre de 1894 en el mismo lugar.

Su padre, Andrés Aldazoro, fue ministro de fomento durante el porfiriato y gerente general de la mina Las dos Estrellas en Michoacán. La familia era acomodada, no aristócratas, pero tenían recursos suficientes. Lo que distinguía a los dos hermanos no era el dinero, era una obsesión compartida por las máquinas, hermanos inseparables desde la infancia. Desde niños desmontaban relojes para ver cómo funcionaban. Reparaban bicicletas del vecindario. Cuando eran adolescentes devoraban cualquier revista científica que llegaba a México. Publicaciones francesas, alemanas, estadounidenses sobre automóviles, motores de combustión interna y la nueva maravilla, los aeroplanos.

En el México, porfiriano, de principios del siglo XX, esto era raro. La educación técnica era limitada. No existían universidades con programas de ingeniería aeronáutica porque los aviones apenas tenían 7 años de existencia. Pero los hermanos Aldasoro querían construir cosas. 1908 los primeros planeadores. Por el año 1908, los hermanos comenzaron a diseñar y construir sus primeros planeadores. Los probaban en los llanos cercanos al Panteón de la Piedad, hoy avenida Cuautemoc, en la Ciudad de México. Lograban éxitos brillantes.

Volaban en sus propios aparatos, planeando algunos centenares de metros. Las pruebas se verificaban en diferentes horas, principalmente en la madrugada. Usaban mandiles de cuero como protección en el aterrizaje porque los planeadores quedaban semidestruidos. 9 de marzo de 1909. El vuelo decisivo. Esta fecha fue muy importante para los hermanos Aldasoro. Llevaron su planeador a las afueras de la Ciudad de México, en lo que hoy es la calle de Querétaro en la colonia Roma. Esta fue la primera calle trazada en ese fraccionamiento y representaba una pista sin obstáculos.

Ataron el planeador a un auto white de vapor, el automóvil más rápido de esa época. Juan Pablo sería el tripulante. Eduardo manejaría el auto que remolcaría el planeador. Emprendieron la carrera por tierra. En medio de una nube de polvo, el planeador elevó la cola y se levantó del suelo, sobrepasando la nube de polvo. El auto continuó por unos 300 m y después disminuyó la velocidad para que el planeador soltara el cable y continuara volando. Pero algo inesperado sucedió.

El dispositivo para soltar el cable no funcionó correctamente. Juan Pablo voló sobre el auto sin poder liberarse. El planeador siguió hacia adelante, el cable lo jaló hacia atrás, dio una voltereta y se estrelló. El planeador quedó completamente destruido. Juan Pablo sobrevivió con una pierna fracturada, pero la experiencia fue invaluable. El piloto había demostrado control excepcional del planeador, manteniéndose estable por más de 480 m y volando a 10 m de altura. Este accidente y otros que sufrió Eduardo no desanimaron a los hermanos en lo más mínimo.

Al contrario, habían visto que sus diseños podían volar. Ahora decidieron construir algo que les permitiera vuelos más efectivos, un motor. Con el firme propósito de construir un motor aeronáutico, los hermanos se trasladaron a la mina de las dos estrellas en Tlalpuja, Michoacán, donde su padre era gerente. Llevaron sus dibujos y planos. Aprovechando los talleres de fundición de la mina, comenzaron a construir cientos de partes. El objetivo, diseñar y construir un motor que, sin apartarse de los principios de la combustión interna, sirviera expresamente para impulsar un aeroplano.

El problema. En aquel entonces solo existían máquinas muy pesadas, voluminosas, con enormes radiadores de enfriamiento y un sinfín de accesorios que no satisfacían las características requeridas para impulsar un avión. Los hermanos Aldasoro decidieron construir un motor de dos cilindros opuestos enfriado por aire. No tenían planos técnicos de motores aeronáuticos, acceso a ingenieros especializados, aleaciones de aluminio aeroespacial, herramientas de precisión especializadas, experiencia previa construyendo motores, lo que sí tenían: acceso a los talleres de fundición de la mina, conocimientos básicos de mecánicas revistas técnicas de aviación, determinación absoluta.

El desafío técnico era brutal. Un motor aeronáutico requería relación, potencia, peso óptima. Los motores de automóvil eran demasiado pesados, enfriamiento sin radiador. Los radiadores líquidos añadían peso, precisión dimensional. Los pistones debían ajustar perfectamente en los cilindros. Balanceo perfecto. Cualquier vibración excesiva destruiría el motor en el aire. Los hermanos trabajaron durante meses, fundían piezas en los talleres de la mina, maquinaban cilindros, forjaban válvulas, adaptaban componentes. No había días libres, solo trabajo constante. Enero de 1911, el motor está terminado.

Finalmente quedó terminado y probado con todo éxito un motor enfriado por aire que desarrollaba 60 caballos de potencia a 900 revoluciones por minuto. Su característica principal solamente pesaba 3 kg por caballo de potencia. Esto era extraordinario. Los motores europeos de la época pesaban entre 5 y 7 kg por caballo de potencia. Los hermanos Aldasoro conectaron el motor a un banco de pruebas, lo encendieron. Funcionó perfectamente, sin vibración excesiva, sin sobrecalentamiento, potencia constante. Acababan de construir el primer motor aeronáutico fabricado completamente en América Latina.

Ningún latinoamericano había logrado esto antes, pero construir un motor era una cosa, hacerlo volar era algo completamente diferente. Como complemento, los hermanos Aldasoro resolvieron los problemas de estabilidad en el vuelo. Construyeron un rudimentario túnel de viento, uno de los primeros en México. Estudiaron y experimentaron con diferentes tipos de perfiles de alas. Establecieron técnicas para determinar posiciones del centro de gravedad. Lograron una lista de ángulos de ataque de gran rendimiento y llegaron al diseño del ala espesa de alta eficiencia.

Esto fue revolucionario mucho antes que los diseñadores europeos adoptaran este concepto. Con el motor terminado y el diseño aerodinámico resuelto, los hermanos construyeron el avión completo, materiales: fuselaje, madera estructural, alas, nervaduras de madera cubiertas con lona, cables de control, alambre de piano, motor, su motor de dos cilindros de 60 HP. Una vez ensamblados todos los componentes, el avión con motor quedó listo para ser probado. Cuando el avión fue terminado, algo extraordinario sucedió. Antes de continuar, ¿usted cree que esto fue valentía o locura?

Si lo desea, deje su opinión en los comentarios. Los leo con mucha atención. Y si esta historia le está interesando, un simple me gusta ayuda mucho a que este video llegue a más personas. Ahora continuemos. El general Ángel García Peña, ministro de guerra del presidente Francisco Io Madero, inspeccionó minuciosamente el aeroplano. Madero era un presidente progresista y visionario. Pensaba que la aviación ofrecía grandes posibilidades para crear un ejército moderno. García Peña tomó una decisión inteligente. Antes de probar el avión, los hermanos Aldasoro debían ser becados por el gobierno de México para asistir a una escuela de aviación en Estados Unidos.

Una vez que fueran pilotos aviadores titulados, regresarían a México a probar el aparato que ellos mismos construyeron. Julio de 1912, los hermanos Juan Pablo y Eduardo Aldazoro partieron rumbo a Long Island, Nueva York. fueron acompañados por tres compañeros más. Alberto Salinas Carranza, sobrino de Benustiano Carranza. Gustavo Salinas Camiña, otro sobrino de Carranza, Horacio Ruiz Gabiño. Los cinco se incorporaron a la Moisant International Aviation School en Mineola, Nueva York. fueron los primeros mexicanos en incorporarse a un centro profesional de estudios de aviación y graduarse como pilotos aviadores.

12 de marzo de 1913 se graduaron como pilotos. Juan Pablo Aldazoro obtuvo el título número 217 de la Federación Aeronáutica Internacional. Eduardo Aldazoro obtuvo el título número 218, el día de su graduación. Para celebrar sus logros, las autoridades de Nueva York ofrecieron a uno de los pilotos mexicanos la oportunidad de volar sobre la Estatua de la Libertad en el puerto de Nueva York. Solo uno podía ir. Decidieron por sorteo. Juan Pablo ganó despegando desde Long Island y volando bajo sobre el agua.

Juan Pablo Aldasoro se convirtió en la primera persona en volar sobre la Estatua de la Libertad. El hecho deleitó a la prensa. Juan Pablo se convirtió en una celebridad instantánea. Como Juan Pablo y Eduardo Aldasoro volaron solo antes de 1916, son reconocidos como miembros de los Early Birds of Aviation, el exclusivo grupo de pioneros que volaron antes de 1916. Los hermanos regresaron a México en 1913. El país estaba sumido en el caos. Febrero de 1913, el general Victoriano Huerta derrocó al presidente Madero en un golpe violento conocido como la decena trágica.

Madero fue arrestado y asesinado el 22 de febrero de 1913. Benustiano Carranza, gobernador de Coahuila, se levantó en armas contra Huerta, formando el ejército constitucionalista. Carranza entendía la importancia de la aviación. Influenciado por varios oficiales, incluyendo sus dos sobrinos, Alberto y Gustavo Salinas, decidió utilizar aviones como medio de combate. Los hermanos Aldasoro, ahora pilotos titulados, se unieron al ejército constitucionalista como pilotos aviadores militares. Fueron comisionados con rangos de teniente y subteniente. 14 de abril de 1914. El primer bombardeo aeronaval de la historia en Topolobampo, Sinaloa, ocurrió un hito histórico mundial.

El capitán, primero piloto aviador, Gustavo Adolfo Salinas Camiña, acompañado por el mecánico naval Teodoro Madariaga, realizó el primer bombardeo aeronaval en el mundo. Volaron el biplano Sonora sobre posiciones enemigas y dejaron caer explosivos. Este fue el primer bombardeo lanzado desde un avión sobre un objetivo naval en la historia mundial. El destacado desempeño del Sonora en este combate demostró el valor de la aviación militar. 5 de enero de 1915, batalla de Puebla. La flotilla aérea del ejército constitucionalista participó en combate contra fuerzas zapatistas en la ciudad de Puebla.

bombardearon el fuerte loreto y causaron varias bajas. Después de esta batalla, la flotilla fue trasladada a Veracruz. 5 de febrero de 1915, Veracruz, México. Ante los excelentes resultados obtenidos por aquellos primeros hombres del aire, el presidente Benustiano Carranza firmó el decreto oficial: “Líbrense las órdenes necesarias a efecto de que desde esta fecha sea creada el arma de aviación militar dentro del ejército constitucionalista. Se designó como jefe del arma de aviación militar al mayor piloto aviador Alberto Salinas Carranza.

Esta fue la génesis de la Fuerza Aérea Mexicana. Los hermanos Aldasoro fueron formalmente integrados en esta nueva rama militar. Juan Pablo Aldasoro, teniente piloto de combate, Eduardo Aldasoro, subteniente piloto de reconocimiento. 15 de noviembre de 1915, Carranza inauguró oficialmente dos instituciones críticas: Talleres nacionales de construcciones aeronáuticas, TNCA, para la producción de aviones, motores y hélices en México, Escuela Nacional de Aviación para la formación de pilotos aviadores en México. Ambos acontecimientos tuvieron marcado impacto en la evolución de la Fuerza Aérea Mexicana.

El escaso rendimiento obtenido con los motores y hélices importados durante su empleo en el altiplano de México había originado la necesidad de contar con tecnología propia. México comenzó a fabricar sus propios aviones y motores, constituyendo un motivo de orgullo por emplear exclusivamente tecnología mexicana. Entre 1915 y 1920, la Fuerza Aérea Mexicana asistió al gobierno de Carranza con misiones de combate y observación. Los hermanos Aldasoro volaron docenas de misiones. Reconocimiento aéreo sobre líneas enemigas, guía de fuego de artillería, fotografía aérea de fortificaciones, bombardeo ligero.

¿Por qué sobrevivieron? La tasa de mortalidad para pilotos militares en esa época era aproximadamente 30% anual, no por combate, sino por fallas mecánicas. Los aviones simplemente se caían del cielo constantemente, pero los hermanos Aldasoro sobrevivieron porque ellos mismos habían construido y mantenían sus motores. Conocían cada componente, cada válvula, cada tornillo, cada tolerancia crítica. Antes de cada vuelo inspeccionaban el motor completamente, reemplazaban cualquier pieza que mostrara desgaste mínimo. Esa atención obsesiva al mantenimiento los mantuvo vivos. 1920, instructores extranjeros.

En agosto de 1920, el presidente interino Adolfo de la Huerta contrató a tres famosos pilotos extranjeros veteranos de la Primera Guerra Mundial para entrenar pilotos mexicanos en tácticas modernas. Ralph Oil, estadounidense, instructor en jefe Fritz Biller alemán, Joe Ben Liebre, francés. Los instructores mexicanos que trabajaron con ellos fueron Alberto Salinas Carranza, Horacio Ruiz Gabiño, Juan Pablo Aldasoro Suárez, Eduardo Aldasoro Suárez, Alfonso Virgen Mesa. Los hermanos Aldasoro se convirtieron en los instructores principales de la nueva generación de pilotos mexicanos.

La Revolución Mexicana oficialmente terminó en 1920. El país estaba devastado, pero los hermanos Aldasoro continuaron sirviendo. Juan Pablo Aldasoro continuó como piloto militar e instructor. En los años 1920 ayudó a establecer las primeras rutas aéreas postales del país Voló Correo entre la Ciudad de México y Veracruz, 300 km sobre terreno montañoso, extremadamente peligroso. En 1924 pilotó uno de los primeros vuelos de pasajeros comerciales en México. Continuó sirviendo en la Fuerza Aérea Mexicana como instructor y consultor técnico hasta su retiro.

Murió el 4 de octubre de 1962 a los 69 años con el rango de teniente coronel piloto Aviador fue condecorado como héroe nacional. Eduardo Aldor se especializó en aviación civil y correo aéreo. En 1921 cofundó Compañía Mexicana de Aviación, una de las primeras aerolíneas de México. Voló rutas comerciales durante toda la década de 1920. trabajó como consultor para el gobierno mexicano en la expansión de aeropuertos regionales. Murió el 10 de noviembre de 1968 con el rango de general brigadier piloto aviador.

El impacto de los hermanos Aldasoro va mucho más allá de sus logros individuales. Probaron que México podía fabricar tecnología aeronáutica avanzada sin dependencia de importaciones. fue revolucionario en un continente donde prácticamente toda la tecnología sofisticada venía de Europa o Estados Unidos. En las décadas siguientes, 1920, Talleres de México en Valbuena comenzaron a fabricar aviones de entrenamiento con componentes cada vez más mexicanos. 1940. Durante la Segunda Guerra Mundial, México fabricó piezas de repuesto para aviones estadounidenses bajo programas de Land Lis.

1944. El arma de aviación militar fue elevada a rango de Fuerza Aérea el 10 de febrero de 1944. El Escuadrón 2011 se constituyó como Fuerza Aérea Expedicionaria mexicana y actuó en combate durante la batalla de Luzón en la Segunda Guerra Mundial. 1950 la Fuerza Aérea Mexicana comenzó a mantener completamente sus aviones a reacción F80 Shooting Star con técnicos y herramientas mexicanas. 2024. México es el sexto mayor exportador aeroespacial del mundo con más de 10,000 millones en exportaciones anuales.

El sector emplea más de 60,000 personas en más de 330 empresas. Componentes fabricados en México vuelan en Boeing 737, 777, 7887, Dreamliner Airbus A320, A350, A380 Bombardier Global y Challenger Golfstream, G650, helicópteros Bell y Sikorsski. Nada de esto habría sucedido sin que los hermanos Aldasoro probaran en 1911 que era posible. Base aérea militar número en Cozumel Quintana Raw. Se llama General Eduardo Aldasoro Suárez. Base aérea militar número 11 en la Ciudad de México. Se llama Teniente Coronel Juan Pablo Aldasoro Suárez.

Hay una calle en la Ciudad de México, en el vecindario Aviación Civil, al sur del aeropuerto internacional. Otros pilotos famosos mexicanos e internacionales tienen calles en el mismo vecindario. Una escuela primaria cerca de Toluca fue nombrada Hermanos Aldasoro. Juan Pablo Aldasoro murió el 4 de octubre de 1962. fue enterrado con honores militares. La Fuerza Aérea Mexicana envió una formación de jets que volaron bajo sobre su funeral en saludo. Eduardo Aldazoro murió el 10 de noviembre de 1968.

Ambos hermanos dedicaron sus vidas a la aviación mexicana, pero fuera de México sus nombres permanecen casi desconocidos. Es una de esas historias increíbles que quedan enterradas porque ocurrieron en el país equivocado, no en Francia, no en Alemania, no en Estados Unidos, sino en México durante una revolución sangrienta. Pero la historia merece ser contada porque los hermanos Aldasoro hicieron algo que muchos ingenieros con recursos infinitamente mayores no pudieron construir un motor aeronáutico funcional desde cero absoluto y con ese motor construyeron el cielo de México.

Cada 10 de febrero, México celebra el día de la Fuerza Aérea Mexicana, conmemorando el día en que fue elevada a rango de fuerza armada en 1944. Pero todo comenzó el 5 de febrero de 1915, cuando Benustiano Carranza creó el arma de aviación militar. Y eso solo fue posible porque dos hermanos se negaron a aceptar que la tecnología avanzada era imposible para ellos. Los hermanos Aldasoro construyeron el primer motor de aviación de América Latina y con eso construyeron el cielo de México.